¿Qué es en sí Salvación?
Es el método establecido por Dios mediante el cual, el hombre que se
acoge a el, es reconciliado consigo mismo y con Dios; consiguientemente, es
el proceso de restauración y transformación que Dios efectúa en el alma del
hombre pecador.
Si hablo de reconciliarse consigo mismo, es porque el hombre en su
estado pecaminoso, es el peor enemigo de si mismo, y esta enemistad, tiene
consecuencias eternas como la condenación de su alma.
La Salvación comienza con el reconocimiento por parte del hombre de su
pecado personal, y con la existencia de un Salvador que pueda perdonarle su
pecado; esto quiere decir que: Habiendo en el hombre plenitud de conciencia
y convicción de su estado pecaminoso; tiene, sincera y decididamente que
arrepentirse del pecado, confesarlo, y convertirse a ese Salvador ( Que es
Jesucristo), pues de lo contrario, es imposible que pueda haber salvación para el
pecador; por ello, es necesario que en el proceso, se desarrolle una vida plena de
relación íntima y permanente de amor con el Salvador, para que la restauración
y la transformación puedan ocurrir.
Este proceso, dura toda una vida desde que se inicia, que puede ser en
cualquier etapa de la vida del hombre, aunque es más productivo cuando se inicia
en edades tempranas, y no solamente constituye el momento de una simple
declaración, confesión, o proclamación.
Resulta interesante y curioso el saber que todos los grupos religiosos
Cristianos existentes manifiesten el tener por fundamento y regla de fe, La Biblia
o Sagradas Escrituras; pero esta manifestación se empaña con mucha frecuencia
debido a las malas interpretaciones y especialmente por la desobediencia a lo
establecido por Dios en sus mandamientos, preceptos, decretos etc. Impresos en
ella; cosa que yo he observado muy de cerca mediante el contacto que he logrado
tener con muchos de ellos; por lo que yo deduzco que la Iglesia profesante de
hoy en día carece de CONVERSION.
La incansable e inagotable saciedad del hombre por alcanzar vanagloria
personal, renombre y fama mundial a costa de lo que sea, como producto de su
vanidad y soberbia, (Deseos de la Carne), ha llegado a límites insospechados, los
cuales han producido si se quiere, la crisis de la iglesia profesante de hoy. Jesucristo
en cambio, rechazó todo esto por su incomparable humildad; por tanto:
El tema de la Salvación se ha tornado en controversial y polémico, porque
algunos grupos religiosos subjetivamente han levantado dogmas y creencias
que dicen estar apoyadas en las Sagradas Escrituras, tomando para su defensa,
versículos aislados, los que en su mayoría se encuentran fuera del contexto, y un
texto fuera del contexto, es un verdadero pretexto.
Según el diccionario castellano, la palabra Subjetivo, es un vocablo derivado
del Latín Subjectus: que quiere decir colocado debajo. Es algo relativo al sujeto
pensante por oposición a objetivo (relativo al objeto pensado). Por extensión
es individual que varía con los gustos, hábitos, etc. de cada uno. Por lo que
subjetivismo es: Un sistema que no admite otra realidad que la del sujeto
pensante.
Quienes consciente o inconscientemente pretenden invalidar la proclamación
de Jesucristo como único autor y consumador de la salvación “ Solo el que
persevere hasta el fin, éste será salvo “ sosteniendo después de esta declaración,
que la salvación no se pierde una vez obtenida; además de estar en un profundo
error, contradicen en forma abierta y perniciosa al autor de la misma; invalidan
su autoridad y potestad, racionalizan textual y contextualmente el contenido
bíblico, y ajustan a su conveniencia las declaraciones bíblicas.
El diccionario castellano dice que Racionalismo es: Una doctrina filosófica
que rechaza la revelación y pretende explicarlo todo por medio de la razón. Es una
doctrina que pretende que las ideas nacen no de la experiencia; sino de la razón.
Por otra parte, el diccionario Griego manifiesta 7 implicaciones de la palabra
perseverar y alude en forma específica a lo referido por Jesucristo en el evangelio
de Sn Mateo capítulos 10 y 24; como la acción de mantenerse firme y constante
en una cosa. En el caso de la salvación, sería en la Fe en Cristo Jesús; por lo
que si dejo de estar firme y constante en esa Fe, dejo de perseverar; y si dejo
de perseverar, he perdido los beneficios de la salvación. Jesucristo dijo: Porque
separados de mí, nada podéis hacer. Jn. 15:5