INTRODUCCIÓN
No estoy muy seguro, si alguien algún día quiera escribir unas
cuantas palabras sobre mi paso por la vida. Claro está, no espero
que esto suceda porque no soy una celebridad.
UN TAL ALFONSO, es otro humilde libro escrito con amor y
respeto, para quien se digne tenerlo en sus manos. La obra desborda
muchas anécdotas de una infancia descarnada de compasión, donde
la vida muchas veces fue un carrusel, que nunca trajo felicidad al
niño; pero sí dejó huella en quien quería vivir y sonreír.
El caso es que hace setenta años estoy en el “baile” y la desventura
cambió.
Las muchas anécdotas que florecen en el libro, le dan un sabor
grato a la lectura, porque muchos términos folclóricos de la época,
“escritos entre comillas”, dan una nota que le hará sentir al lector,
que la idea está ceñida a una verdad, rica en espontaneidad.
Un tal Alfonso, no es una autobiografía, simplemente es un
escrito formal donde el autor llamó los recuerdos de la niñez y
juventud, para enfocar después, todo aquello que faltó decir en los
escritos anteriores
El escritor de UN TAL ALFONSO, es el mismo autor de EL
HOMBRE QUE TRAÍA UN MENSAJE, CONFLICTO AMARGO
UNO, CONFLICTO AMARGO DOS, INCIERTO DESTINO,
ACIAGO DESTINO y PROMISORIO DESTINO.
Es muy posible que muchas cosas del libro, Un tal Alfonso, sea
para muchos lectores como dije antes, el complemento o lo que no
se escribió en los anteriores escritos; sea como sea, gracias Señor por
permitirme hacerlo ahora.
Como usted ve amigo lector, el autor despliega la sencillez en
las ideas, para no crear confusión; y cada pensamiento impreso, sea
claro y capaz de levantar un sano concepto de la obra. Cada uno
de los siete libros, en el trasfondo de sus páginas llevan un mensaje
de amor, dignidad y respeto por la vida, el mundo y el Dios de la
creación. Cada libro tiene “personalizado el tema” para no defraudar
al lector, y llevarlo por el sendero de la verdad, sin ofender su fe.
El mundo globalizado en que vivimos, ofrecen una oportunidad
de razonar en todos los lenguajes; y entender que es hora de comenzar
analizar los razonamientos y actitudes que le hacen bien, o le hacen
mal a la vida.
No todo los escritos, de aquí o de allá, centran dentro de la vida
un canal de verdad, que llene el espíritu, eduque, enseñe o lidere
el sentimiento. Por lo contrario muchas obras se engolosinan con
hacer apología de truculencias, crímenes, terrorismo, sabotajes,
secuestros, chantajes y orgías; un torrente de ficción y realidad
donde la inteligencia se deja manejar por la miseria que se esconde
dentro del ser.
Dentro de este mundo globalizado también surge el arte de
mostrar al sentimiento como matar, como robar, como hacer daño
y un inacabable surtido de sucias realidades que están bajo el título
de arte, que sólo van a servir para dañar la vida.
En películas, libros y revistas, cuando el director o escritor
esquiva el respeto y la moral en su obra, el espectador o lector
recoge el mensaje implícito; que a la larga puede ser un generador
de inmoralidad.
Un tal Alfonso, es un libro limpio, sano y respetuoso que camina
con la sana intención de contribuir a un nuevo orden de amor.