Antología de un extraño

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Al cumplir mis 19 años comprendí que mi vida sería un poco de todo y mucho de nada, comprendí entonces que por más que tratara de ser algo para alguien, no podría ser más de lo que ya era en ese entonces.
No significa que fuese un don nadie, tenía un nombre y hasta tuve un apodo, comprendía todo lo que un hombre podría comprender de los amigos, la guerra y el licor; pero realmente muy poco de la vida; recorrí cada calle, cada casa, cada día;… ...Buscando como salir del hueco en que me sumergía cada día en la búsqueda de ser alguien; mas allá del hecho de importar;… …ser alguien; al menos para mí.
La búsqueda se torno eterna y solo me quedo el ocaso de cada día tras la esperanza del día siguiente y con ello me fui involucrando con la vida y sus necesidades; encontré en lápiz y papel el consuelo que mis padres me negaron y en cada lagrima derramada por la tinta de mi lápiz, escondí cada pétalo que la vida me ofreció. Pude crear un poema, logre crear una flor y termine mi frase con el más puro de los deseos y como todo buen hombre, ofrecí lo que se me negó y desgarre mi ser en cada palabra que mi conocimiento me ofreció.
Hubiese deseado un comienzo diferente; pero jamás desearía algo diferente al presente que mi pasado representa y aunque mis palabras reflejan el sentimiento triste de un deseo no podría sentirme más feliz de lo que un hombre humilde logro con un poco de fe en sí mismo y en la capacidad de creer en sí mismo como la fuente de origen del ser; un reto al destino y a todo aquel que piense y deposite su propósito en la vestimenta del profano y usurero del deseo ajeno.
Encontré en mis palabras la forma más amigable de depositar mi orgullo, mis miedos y esperanzas sin dejar de ser lo que todos esperaban.

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