El camino de las águilas

About the Book

La vida es una constante búsqueda, un caminar continuo; donde aprendemos, descubrimos, encontramos, asimilamos, desechamos y más.

Historias, realidades e imaginarios que pretenden darnos respuestas para conjugar al tiempo, la existéncia y su razón; Proyectando hacia la felicidad o bienestar.

Sin embargo El camino de las águilas rompe los paradigmas prestablecidos, pues no somos quienes pensamos que somos. Nos confunde el caminar cuando no somos dueños de nuestro pensamiento, si no el de nosotros.

Nos cuesta entender que el amor perfecto no es el que construimos con nuestra mente; es el que se manifi esta cuando te conviertes en consciencia.

About the Author

Carlos Martínez Robalino nació el 9 de junio de 1971 en la ciudad de Riobamba, Ecuador. Desde pequeño tuvo una marcada inclinación por las letras, al punto de ser ganador de un concurso poético con su poema titulado “El niño vendedor de periódicos” ; más tarde, a los 15 años, empieza a escribir temas musicales, alrededor de 100 hasta la actualidad -de los cuales, ocho, fueron registrados en vinilo- y luego, con la nueva tecnología digital, en CD.

El cine fue sagrada salida y encuentro y charla con sus amigos. Así es que, tanto la música, la escritura y el cine, son los modos que Carlos ha elegido para comunicar y compartir con otros sus vivencias. Criado en el generoso suelo latinoamericano, ha andado por los caminos de esa tierra, conectándose con su naturaleza y su gente; de allí, que para Carlos sea tan importante detener la deforestación de los bosques que trastoca cada vez más al ecosistema del planeta.

Incansable viajero, disfruta armar y desarmar maletas, ha estado en España recorriendo Ávila, Toledo, Segovia, Barcelona, entre otras ibéricas ciudades; En Francia queda deslumbrado por la radiante Paris, de la cual –asegura- podría escribir una breve guía de los sitios más bellos, entre ellos, la rivera del Sena que fue motivo de sus largas caminatas nocturnas y de la fascinación por cruzar sus puentes; en Puerto Rico fue cautivado por dos de sus ciudades: San Juan y Ponce; por Santo Domingo y Punta Cana, en República Dominicana. En Costa Rica, país que recorrió visitando uno y otro y otro de sus asombrosos volcanes, casi como un religioso visita el templo. Toda la costa este de los Estados Unidos la conoce como si en ella hubiera nacido.

Si un pensamiento pudiera representar a un hombre, ese pensamiento sería: ‘’cuando soy no pienso; cuando pienso no estoy’’, como Carlos suele decir. Y decirse.