CATECISMO DEL HEREJE:

Por muchos siglos la Iglesia católica tuvo sometidos a millones de creyentes, gracias, en parte, a que éstos, por temor, por debilidad o por pereza intelectual, decidieron cruzarse de brazos. Pero los tiempos cambian, y con ellos también el pensamiento de muchos católicos. Prueba de ello es el presente trabajo. En este libro, el autor rebate a la Iglesia católica el derecho que ella misma se ha otorgado a proclamar dogmas, según esto, con el fin de trazar el camino espiritual “correcto” que deben seguir sus adeptos. ¡Argucias!, declara García Uranga. Este alegato no encuentra eco ni en la Tradición ni en las Sagradas Escrituras: es un artificio de la Iglesia para controlar mentes. Cosa similar sucede con las devociones, dice el estudioso: la Iglesia católica estimula un sinnúmero de prácticas religiosas que en nada ayudan a crecer la fe, sobre todo una fe encaminada hacia la justicia social. Dichas prácticas religiosas se han convertido en el medio por el cual los piadosos sólo piden favores, evocando de esta manera no a la vida, sino a la muerte.