Frecuentemente, el sueño de un futuro radiante es una imagen del presente idealizado, liberado de todos los obstáculos: un tiempo castrado.
Hace falta terminar la vida y dejarle a la muerte el minimum minimorum: un esqueleto cubierto con la piel, y el deseo de deshacerse de él lo más pronto posible.
La vida del hombre es demasiado corta para aprender todo y demasiado larga para morir y no comprender esta verdad que, sin embargo, no le anule la manía de la grandeza ni le proteja de complejo de la inferioridad.
La eternidad es un remanso del atormentado por la arrogancia del devenir.
Adán y Eva comieron la manzana del árbol de la sabiduría del bien y del mal cuando la fruta estaba muy inmadura, y la historia, desde la primera navaja lítica hasta la bomba atómica, desgraciadamente, confirmó esta hipótesis.
A veces lo principal no es lo que lograste, sino qué preció pagaste por alcanzar lo anhelado y cuántas otras oportunidades perdiste.
Para ser enterrado en el panteón de la historia, hace falta rebasar la época en que vives.
Somos prototipos de descendientes desconocidos que pronto nos percibirán como antecesores arcaicos.
No todos los clásicos contemporáneos soportan la prueba del tiempo. Frecuentemente, la vejez les baja de rango y la muerte les quita el título.
Recurrir a la idea de “mala suerte” es un “derecho” del fracasado para reconciliarse consigo mismo.
En el alma de cada pedante duerme un santo fracasado.
Si para el estudiante pasar un examen puede ser un trauma, para el profesor, en algunos casos, revisarlo le hace perder la fe en el futuro de la humanidad.
Hombre soy y ningún complejo diabólico le es ajeno a mi inconsciente.
Si somos testigos de extravagantes acontecimientos, nuestro asombro aumenta al pensar cómo los vamos a narrar a los demás.
El hombre es una partícula del universo; pero no podría existir sin considerarse como centro de su microcosmo.
Se puede suponer que Dios creó al ser humano a su imagen y semejanza, pero, quizá, ¿trabajando al estilo surrealista?
Tratar de juzgar a un famoso escritor por los protagonistas de sus obras o a un famoso actor por los personajes que interpreta, es como intentar representar un cocodrilo a partir de una bolsa hecha de su piel.
La propiedad privada pudiera llegar a su fin, si la mirada al objeto anhelado nos diera la misma satisfacción que su posesión.
Más allá de la razón se encuentra todo: desde los enigmas más profundos hasta el absurdo más estúpido.
Es difícil estar a la altura de las exigencias de nuestros días sin asumir el riesgo de convertirnos en neuróticos o estar al borde del infarto.
Al error lo justifica no tanto la ignorancia sino la dificultad de superar lo desconocido.
Cuando una gran idea empieza a morir, alrededor de su “cuerpo decrépito” se reúnen sus seguidores de antaño y alientan su ánimo en el pluscuamperfecto.
Pienso, luego arrastro una existencia lamentable por bajo coeficiente de originalidad de mi pensar.
Si alguien dice que quisiera simplemente vivir, significa que está harto de hacer lo que está haciendo.
Ironía de la suerte: esperas, esperas, temblando de impaciencia por obtener una meta anhelada,… y de repente recibes un fuerte golpe en el trasero que te traslada del mundo de dulces sueños a la realidad de la ironía sarcástica.
La paciencia es una esperanza enlatada con fecha de caducidad; pasando ese plazo, surge la amenaza de que “estalle” por la desesperación o que “quede agria” por el aburrimiento.
Existen tres prédicas morales difíciles de cumplir: amar a tu prójimo como a ti mismo, no revelar el secreto ajeno y no jactarte de tus méritos.
A los diabólicos les gusta torturar a su prójimo al exigirle cualidades angelicales.
No es fácil amar al prójimo teniendo el estómago vacío. Pero es todavía más difícil amarlo teniendo la panza llena.
Cuando la “selección natural” a los puestos de poder se sustituye por la “selección artificial”, la calidad de la democracia se degenera.
El hombre se revela no tanto en sus logros como en sus fracasos, y sobre todo en sus excusas para justificarlos.
Para contraer matrimonio el novio pide la mano de su novia, y este eufemismo que esconde la vulgaridad, no obstante, es el inicio de la mentira.
Algunas feministas atacan el machismo en todos los flancos, mientras que otras se comportan según lema: mujer soy y ninguna cualidad masculina me es ajena.
Pensaba suicidarse por un amor no correspondido, pero no lo hizo por falta de osadía. Pasaron los años y, al encontrar el objeto de su loca pasión, le agradeció a su cobardía por haber protegido su vida.
No se puede amar al otro, si no se le respeta, pero se le puede amar, luego perderle el respeto y, no obstante, seguirlo amando, comprendiendo que es una bestia.