Reflexiones para idiotas
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About the Book
Afirma la filosofía existencialista que primero es la existencia y luego la esencia, la vida. Pero, con independencia a esa afirmativa, se puede decir que la vida se da en una realidad muy difícil de entender y más de aceptar. Ese realismo de la vida es sumamente hostil al ser humano por su objetividad dura e intransigente. Por eso, la actividad del hombre en la vida es imaginar, fabricar su vida, mentirnos a nosotros mismos porque si no lo hiciéramos así perderíamos la razón. Todas las disciplinas del ser hombre apuntan a soslayar esa realidad asfixiante y enloquecedora y de ahí el éxito del arte y de la literatura que nos delinean una realidad figurada a nuestro acomodo y gusto. De ahí el triunfo de la actividad deportiva en la cual representamos una vida tal y como la queremos: fama, dinero y placer. Por eso necesitamos embaucarnos con una religión, con un Dios, que nos diga lo que queremos oír. Porque todos deseamos escuchar que nos digan lo que queremos. Porque el auto engañarnos eleva nuestra calidad de vida y significa la salvación. Esta obra desnuda, por así decirlo, a la realidad y por ello se inserta en un realismo existencial, va dirigida a todos aquellos que prefieren no usar mentiras sobre su vida sino vivirla tal como y como es y por ello son valientes quienes así lo acepten, claro, so pena, de no contribuir mucho a un buen estado emocional. El realismo existencial, tal y como denomino a esta corriente literaria, se estrena con esta obra y con ella la bautizo. A través de ella se abren las puertas del infierno existencial. La vida tal y como es, tal y como debe vivirse, sin retoques y sin maquillajes. Quienes se aventuren en la lectura de esta obra estarán conscientes de que abrirán una puerta a una dimensión desconocida. Ha llegado el momento de desmitificar, de desenmascarar, la literatura, el arte, la religión, la ciencia, la filosofía y todos aquellos paraísos que hemos fabricado. Buena suerte.
About the Author
En el año 1954, Puerto Vallarta, Jalisco, México; ve nacer al autor Miguel Ángel Rodríguez, el cual fue hijo de Porfirio y Amalia. En la actualidad, está casado con Blanca y con dos hijos: Princesa y Miguel Ángel, médico y abogado respectivamente. Cursó sus estudios de abogado y de maestría en derecho en la Universidad de Guadalajara. Es doctor en derecho por el instituto de estudios jurídicos, dependiente de la Universidad Autónoma de México. Es profesor en las cátedras de derecho y de filosofía en la Universidad de Guadalajara. Ha sido juez, presidente de una corte laboral, defensor público, presidente de la barra de abogados y es socio de la Asociación Nacional de Doctores en Derecho. Es autor de obras de teoría jurídica y columnista en diarios. En 1978 fundó un bufete jurídico denominado “Rodríguez Herrera y Asociados” y desde entonces ha dedicado su vida al ejercicio de la abogacía, a la docencia universitaria y a escribir sobre filosofía vivencial. Adoptó como a su “santo patrono” al genio San Agustín. Durante un tiempo incursionó en el vicio del alcoholismo, del cual salió airoso, y no se arrepiente, se enorgullece, de haber sido “borracho” pues fue una de sus etapas más felices y fructíferas de su vida. Durante ese período escribió la presente obra con la cual inaugura un nuevo género literario: el realismo vivencial, que se aleja de todo estilo convencional pues se acerca, crudamente, a la realidad cotidiana del vivir y la expresa con palabras directas, tal y como es; no como se piensa. Al presente vive en Puerto Vallarta y continúa escribiendo.