“Me gustaría”
Me gustaría,
subir tus montanas, recorrer tus curvas y mojarme en tus ríos.
Me gustaría,
tener la oportunidad de volver a sentir tus caricias,
tus abrazos, tus besos y que sientas los míos.
Me gustaría,
tener la dicha de una vez más; ver mi rostro en tus ojos llenos de vida,
y que, cual lianas en la selva, se entrelazasen tus ganas y las mías.
“El destino”
Una amiga, una hermana, una amante,
todo eso tuve con ella,
pero por cosas de la vida,
todo eso dejé ir.
Dejé la amante, la hermana, la amiga,
dejé lo que yo mas quería,
pero por cosas de la vida,
hoy su voz, he vuelto a oír.
Los planes del destino nadie puede predecir,
¿Como saber que nos depara?
Que hoy nos une nuevamente,
y quizás mañana nos separe.
Esa fuerza desconocida,
que influye tanto en nuestras vidas,
tal vez te empuje hacia mí,
amante, hermana; amiga.
“Niña”
Recuerdo los gemidos de aquellas noches,
cuando de la obscuridad te rescataba.
Reíamos, gozábamos hambrientos de placer,
me hacías hombre y yo a ti mujer.
Tu cuerpo hermoso, pequeño,
que aún al alba yo exploraba.
Era contigo niña hermosa,
con quien mi sed yo saciaba.
Apretados entre mis labios,
tus pétalos sostenía y,
tu néctar de amor se escurría,
por mi garganta y barbilla.
Y arrastrado por las apasionadas aguas,
y sin tratar de alcanzar la orilla,
poco a poco me iba hundiendo,
dentro de ti, niña mía.
“Imaginaba”
Te tomé de la cintura,
y te apreté contra mí,
llené tus labios de besos,
y todo tu cuerpo de mí.
Como pequeña avecilla,
creí que podía volar,
subí a la cima de tus senos,
y allí me intente posar.
Y en ese preciso momento,
fue cuando en cuenta caí,
que eso no estaba pasando,
que tú no estabas aquí.
“Sandra”
Su boca es dulce como almíbar,
y tiene labios carnosos,
su cara es suave, tierna, joven,
y son relámpagos sus ojos.
Cabello negro, largo, brilloso,
ondulado de arriba abajo,
que como caprichoso río,
tiene cauces por todos lados.
Su piel canela, hermosa,
que cubro toda de besos,
y sus manos exploradoras,
para las que no tengo secretos.
Mi vida se la he entregado,
y me siento muy orgulloso,
de los hijos que me ha dado,
para mí, lo más precioso.
“Alabama HB56”
Ayer regresó a su casa,
y vacía la encontró,
¿Dónde están? ¿Que ha pasado?
Toda la noche gritó.
Si solo un día sin verlos,
le parecía una eternidad,
¿Qué será ahora de su vida?
¿De sus vidas, que será?
No sabe hacia donde han ido,
pero si, que forzados se fueron,
a su mujer y sus hijos,
los ha deportado el gobierno.
Arrodillado en el polvo,
le habla a Dios de su dolor,
le pide que a su familia ayude,
y para él, pide valor.
Mañana saldrá a buscarlos,
San Luis, Oaxaca; Veracruz,
regresará, pero ya no por el desierto,
ahora será en autobús.
Y que felices serán,
cuando de nuevo se encuentren,
abrazos, caricias, besos,
y luego, a intentarlo nuevamente.
XLIV
“Nostalgia”
¡O patria hermosa!
¡O patria mía!
Pasan y pasan los años,
y te extraño aún más cada día.
Es muy grande la tristeza,
de ya no andar con los míos,
de no perderme en tus montes,
nadar tus playas, tus ríos.
Andar por tus calles libremente,
recorrerte Isla mía, de arriba abajo,
sentir el calor de mi gente,
que en todo este tiempo aquí no he encontrado.
Yo soy de donde es Martí,
de donde crece la palma,
y estar lejos de ti, patria mía,
me esta destrozando el alma.
Y quiero si aquí muriera,
sin patria, pero sin amo,
pongan en mi tumba un ramo,
de flores y una bandera.
Y cuando escuchen cantar,
a aquella ave en el monte,
seré yo, que he regresado,
en la forma de un sinsonte.