Aligere La Carga

Deténgase un momento y reflexione.

Cierre sus ojos por un instante, imagine de repente que está inmerso en un gran cilindro de cristal con un viento en remolino a gran velocidad, gira como en una licuadora junto a muchas personas, de repente, entre el caos y desesperación, encuentra una puertita y logra abrirla. Sale y da la espalda a la vez que fuertemente la cierra, luego con un gran suspiro camina varios pasos en línea recta, se detiene y se da vuelta, observa el sitio donde estaba y ve ese torbellino desde fuera. Ahora observa a esa gente con una mirada de terror viéndolo, desesperada con la cara de súplica exclamando “auxilio, sáquennos de aquí”. Usted permanece inmóvil y azorado, observando, pareciera que el tiempo se detiene para usted, pero los demás siguen girando. Entonces piensa de repente que debe hacer algo para ayudar a muchas personas a escapar de ese remolino que los absorbe. Pues bien amigo, eso precisamente es lo que pretendo en este libro, a través de muchos consejos, ejemplos, pasajes, anécdotas, experiencias propias y de otros autores.

¿Cuándo comenzar?

Ahora mismo, no importa verdaderamente la edad, pero aclaro, he notado que después de tantos años de vida, irremediablemente hay crisis recurrentes, cuando ya tenemos algo de camino recorrido. Si hablamos de edad biológica, en este punto álgido comienza la pendiente, es donde muchas personas debemos detenernos un momento, revisar, reorganizar nuestras metas y perspectivas. Así, también debemos decidir si continuamos igual o cambiamos el rumbo, recuerde que año perdido ya no es recuperado. Cuando usted tenga más de 60 años, ya no habrá vuelta atrás, la decisión que usted intente tomar para entonces, puede que sea demasiado tarde. Recuerde, Dios perdona pero el tiempo no.

Le daré algunos consejos acompañados de breves anécdotas, ejemplos, algunas referencias fundamentadas y, finalmente una historia sobre una vida muy sencilla y desapegada de nuestros males mundanos de hoy en día.

Todo lo anterior le ayudará sin duda a encontrar libertad espiritual y tranquilidad. Si realmente quiere sentirse mejor, deberá cortar algunas cadenas que lo mantienen esclavo en un mundo lleno de irrealidades que finalmente lo condenan a una espiral en caída, siniestra y sin fin.